Un cuento sobre el césped
Despertaré decepciones en algunos lectores de mi humilde Blog. La razón: esta entrada; y la excusa: la alegría y la emoción que palpito en mi pecho. La culpa: la radio.
Como bien saben, el fútbol es un deporte que atrapa a millones de personas y en todas partes. No se escapan ni los más prestigiosos literatos e intelectuales. Pienso, por ejemplo, en Mario Benedetti, en Eduardo Galeano, en Manuel Vázquez-Montalbán, Juan Cruz y tantos otros que no se ruborizaban si admitían que ellos eran forofos, seguidores y hasta perseguidores de la pelota de cuero. Sabemos que en el reino del fútbol hay catedrales que causan una celosa envidia a los curas, más si es fin de semana. Y que sudan, rezan y buscan ciegamente sus dioses. Aunque esas deidades se corrompan propagando anuncios y se llenen las botas con dinero, sus seguidores son benévolos, perdonan y se parten el alma en alegrías y sollozos. Y aunque podría seguir retratando este cosmos olímpico, esbozar alguna historia u anécdota donde los amores, esperanzas y leyendas se cruzan con el balón, déjenme decirles que, pese a las herejías, pecados y obsesiones, el fútbol como cultura popular te toca (o me toca).
Tal es así que, aunque no persiga con afán y devoción este deporte, tengo un corazoncito. La culpa la tuvo ante todo mi padre -al llevarme siendo crío a un rugiente estadio- como los recreos de mi colegio. Hoy, nada es como era; menos el equipo al cual sigo atentamente. Un equipo humilde, formado por jóvenes que corren por esos verdosos y aplanados campos. Por eso lo llaman Fohlen (Potros), que en ocasiones ganan grandes títulos o partidos, y en otras descienden o luchan por la permanencia en la primera liga. Es como la vida misma y eso te identifica: unas veces pierdes, pero en otras ganas. Y siempre hay que levantarse del césped, tal y como canta el grupo rockero Die Toten Hosen. Lo cierto es que, este año, el Borussia Mönchengladbach -dejémoslo en Borussia- ha luchado por no descender y lo ha logrado. Hasta este último sábado no me había apartado del transistor mientras estudiaba. Fueron cuentos y milagros muy propios de las Mil y una noches. Anónimas y desafiantes ante el destino. Acaso me quede con este partido donde el argentino Roberto Colautti -que tenía tan mala suerte como el viejo pescador de Hemingway- metió el gol de la victoria en el último minuto. Y como oirán, el reportero casi se nos va con los grandes, mientras el estadio parecía resquebrajarse.
Traducción:
"...y el balón largo a Neuville, podría empujarse, corre por la banda derecha, está a la altura del área pequeña ¡Colautto libre! ¡Pase, venga hazlo!
¡Gooooool! ¡Gooooool! ¡Gooooool!
¡Roberto Colautti mete el gol en el minuto 90!
¡Me vuelvo loco! Roberto Colautti le pega abajo a la izquierda y el estadio está cabeza abajo, la tribuna está cabeza abajo y, verdaderamente, yo también.
¡Increíble!¡En el último minuto!
Entramos en seguida en el tiempo de descuento y Colautti, frívolamente, desde la altura del punto de penalti, se libera...después de que Galasek había jugado el balón genialmente desde su propio campo lo coge Neuville, se calma, pasa al centro y Colautti sube la cabeza, mira y bate a Manuel Neuer...y mete el 1 a 0 para Gladbach....y de pronto, el mundo se nos muestra mucho, mucho mejor; porque a las 17.15 hora local...¡No! ¡Qué digo! Son las siete menos cuarto, si no es sábado...a las siete menos cuarto Gladbach no está en un puesto de descenso. Y ahora, Lothar Sippel [el árbitro] pita ya el final porque no hubo lesiones..."
Comentarios
A ver si la temporada que viene te dan alguna alegría, o al menos hacen que no tengas que esperar a la última jornada para respirar tranquilo... xD
Hacía tiempo que no te veía comentar por aquí (cosa que entiendo pq mi frikismo no se merece un Rambaldi...)
Viste? Qué potra, ¿eh?
Pues si...veremos a ver qué tal la próxima temporada!
Salu2 !
Un beso!
carmen.-
Un buen aficionado, aunque sea sólo a un equipo. Yo soy más del fútbol, la verdad, pero me consuelo con los nombres de escritores que aparecen en el post.
Sin embargo, cuando toca la fibra toca, y me alegro de que tu equipo se salvara del descenso :) Yo soy más de grandes acontecimientos, como el de la eurocopa del año pasado. Aún recuerdo los nervios de la final, de la alegría, y de un japonés súper comedido de la muerte que estaba viendo el partido a mi lado, y que tras el pitido que anunciaba el final se levantó pegando botes y dándonos abrazos a todos :D
También me gustan los partidos como los de la Unión Deportiva - Albacete, donde me pongo del lado minoritario (ahí el corazón está partido, valga la redundancia, que le voy a hacer).
Besines!
M€, totalmente de acuerdo y me sorprende que alguien recuerde a Heynckes! Y otros como Netzer, el "Fary" español como dicen mis colegas. En fin, siendo lo que fue y lo que es, siempre queda soñar un milagro. Si el Wolfsburg puede, nosotros lo intentaremos!
Kiram, ¡Pues también me sorprendes con tu amor al fútbol! Y eso que nos conocemos. Vamos, me dices que Itaqua es del FC Schamman -que no sé si existe- y pa' la próxima brindo por vuestros equipos!!
Salu2 a todos !
¡El partido del siglo!
Diebelz, siento informarle de que a Ade no le gusta nada el futbol, sólo como a mí, los momentos como la Eurocopa y poco más. Para el mundial de Sudáfrica quedamos en nuestra casa y comemos panchitos mientras nos tiramos de los pelos ;)
Un saludo
Kiram, me apunto a lo del Mundial ! xD
Salu2 !