El otoño de mis versos, el invierno de mi conjuro



Será el tiempo en derribo, será que (me) he perdido. Será que no hay ópalos en mi órbita ni nenúfares en flor. Os deseo el deseo que Prometeo forjó en vuestros faros. Adiós, me anido en Peumayén...



Comentarios

Yaiza ha dicho que…
¿Cierras el blog o es un final simbólico de algo distinto?

Ahora mismo no puedo evitar sentir un poco de nostalgia y otro tanto de esperanza.

Un abrazo, W! Que tengas una semana hermosa.
Diebelz ha dicho que…

Aunque la creencia nunca admite impositivos, puedo afirmar que sí, es el cierre del blog. Me anido en mis cuadernos y en el silencio, me ausento del mainstream que devora las veredas. Ha sido un placer tenerles como acompañantes de una ínfima parte de mi vida en la que he podido convidar momentos de gracejos en plenitud y flaquezas que bombardeaban mis costados de náufrago. Gracias y ya saben, siempre pueden volver a lo que soy ahora, un pasado, un olvido suspenso en una neblina de recuerdo. Gracias y un abrazo Yaiza por estar en esta parte de mi cibernética vera. ;)
Yaiza ha dicho que…
Pues ha sido un placer acompañarte en ese viaje tuyo, con mayúsculas y negrita. Gracias por compartir un poco de ti y dejar el rastro en este extraño universo cibernético.

Un abrazo
Anónimo ha dicho que…
Pues nada, otra noticia deprimente dentro de tanta depresión manifiesta. No están los tiempos para renuncias, pero respeto que cierres el blog, aunque ya quisiera verte yo naufragar por estas redes, ya sabes, por no encontrarnos tan solos.

Camarada Walter, siempre a tu disposición. Un abrazo circunspecto.

Iván.
Anónimo ha dicho que…
Vaya... una se entera de esto un 1 de enero... sentimiento de pérdida. En cualquier caso respestable. Gracias por todo lo que me aportaste. Un placer. Siempre que decidas compartir nuevamente, por favor, avisa, será un honor descubrirte nuevamente.

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