Las horas del verano


El televisor siempre con el off declarado
y sonando el Hexágono en mi propio palacio
mientras ruedan pupilas sobre Kirmen Uribe,
asesinando al tiempo, perviviendo el espacio.

Nutriendo con mis pasos la urbe en certidumbre,
analfabetizando los mugres noticiarios,
tanto Truffaut es dúo de Pizarnik de noche,
en mi noche sin grillos, solo de ronroneo.

Así es como se matan, ad vitam eternam,
las horas del verano, los sobres sin remite,
los mares de los sures, bocados que no sepan.

Así es como se matan, ad vitam eternam,
los Lucky Strikes que saben saber una mentira
si no se sustituyen por tu boca que es mi pan.


Poem by W. 

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