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Se habrán fijado. Aquí todo es ceniza de cal; el término pasado cobra sentido; quemé las letras. Para muchos el hecho aturde y no cabe explicación premeditada. En una sentencia: "W. es raro". Pero, ¿cómo fue lo que decía Isabel Coixet en su película Mi vida sin mí? Nadie es normal; no existen personas normales. Y este hecho nos salvaguarda del vil y abyecto mundo gris y desalmado.
Si en unas pocas líneas tuviera que testificar, dar explicaciones al tribunal que me juzga y lee, diré que soy culpable. Soy culpable de este -aparentemente atroz- hecho. Quemé el disco duro para que surgieran letras olvidadas. Y volver a comenzar. No estuve influenciado o distanciado de mi propio ser por razones externas -aunque mi inestabilidad anímica a veces influya algo, lo admito-. Fue para ser yo. Porque soy así; como quien hace de los libros más hablados y leidos simple fogata en las novelas de Manuel Vázquez-Montalbán. Porque soy hombre inflexible como ese ser que escapa para poder vivir.
Y tras tanto delirio, sólo falta prometer que volveré a escribir sobre tantas cosas que tocan nuestras vidas. Hasta que un día, y quién sabe por qué, todo volverá a borrarse; como mi propio ser.
Comentarios
La pena empezará a computar desde este mismo momento, así que ya sabes, manos a los teclados.
Seguro que todo lo nuevo que surge es maravilloso, así que estamos compensados. Un besito.
En fin, tendré que escribir algo sino el fiscal de Corso me hará escribir Microrelatos para las galletas de la suerte en algún Restaurante Chino...
Salu2 a los dos ! ;)
Un abrazo!
Por cierto, he estado escuchando a Muyala y es estupenda (gracias por el regalito que consciente o inconsciente nos haces en tus entradas)
Me alegro que te haya gustado Muyala. ¡Es bárbara! Creo que lo bonito de un Blog -si lo comparo con mi libreta- es que puedes esconder mundos tras las palabras...
Salu2 y gracias por el seguimiento !
Nada, hombre, siempre es un placer.