Con elegancia
Se sentir quelque peu romain
Mais au temps de la décadence
Gratter sa mémoire à deux mains
Ne plus parler qu'à son silence
Et
Ne plus vouloir se faire aimer
Pour cause de trop peu d'importance
Etre désespéré –
Mais avec élégance
Sentir la pente plus glissante
Qu'au temps où le corps était mince
Lire dans les yeux des ravissantes
Que cinquante ans c'est la province
Et
Brûler sa jeunesse mourante
Mais faire celui qui s'en dispense
Etre désespéré –
Mais avec élégance
Sortir pour traverser des bars
Où l'on est chaque fois le plus vieux
Y éclabousser de pourboires
Quelques barmans silencieux
Et
Grignoter des banalités
Avec des vieilles en puissance
Etre sont désespéré –
Mais avec élégance
Savoir qu'on a toujours eu peur
Savoir son poids de lâcheté
Pouvoir se passer de bonheur
Savoir ne plus se pardonner
Et
N'avoir plus grand chose à rêver
Mais écouter son coeur qui danse
Etre désespéré –
Mais avec espérance
Mais au temps de la décadence
Gratter sa mémoire à deux mains
Ne plus parler qu'à son silence
Et
Ne plus vouloir se faire aimer
Pour cause de trop peu d'importance
Etre désespéré –
Mais avec élégance
Sentir la pente plus glissante
Qu'au temps où le corps était mince
Lire dans les yeux des ravissantes
Que cinquante ans c'est la province
Et
Brûler sa jeunesse mourante
Mais faire celui qui s'en dispense
Etre désespéré –
Mais avec élégance
Sortir pour traverser des bars
Où l'on est chaque fois le plus vieux
Y éclabousser de pourboires
Quelques barmans silencieux
Et
Grignoter des banalités
Avec des vieilles en puissance
Etre sont désespéré –
Mais avec élégance
Savoir qu'on a toujours eu peur
Savoir son poids de lâcheté
Pouvoir se passer de bonheur
Savoir ne plus se pardonner
Et
N'avoir plus grand chose à rêver
Mais écouter son coeur qui danse
Etre désespéré –
Mais avec espérance
Incluso cuando se sienten como romanos
- de aquellos de la época de la decadencia-
Se rascan la memoria con las dos manos
Sin poder hablar más que con su silencio.
Y ya no quieren hacerse amar
Porque se dan muy poca importancia.
Están desesperados,
Pero con elegancia....
Sienten la pendiente más resbaladiza
Que antaño, cuando su cuerpo aún era ligero.
Y leen en los ojos de las hechiceras
Que cincuenta años es una provincia.
Y queman su juventud moribunda
Aparentando que les hace gracia
Están desesperados,
Pero con elegancia...
Y van atravesando los bares
Donde ya son los más viejos
Salpicando con las propinas
A callados camareros.
Y les susurran barbaridades
A hembras que casi estÁn rancias.
Están desesperados,
Pero con elegancia...
Conocen el peso de su cobardía
Y pueden no perdonarse jamás;
Y saben prescindir un día y otro día
De eso que se entiende por felicidad.
Y aunque ya casi no hay en qué soñar
Se sienten orgullosos
Porque aún bailan sus almas.
Están desesperados,
Pero con elegancia.
- de aquellos de la época de la decadencia-
Se rascan la memoria con las dos manos
Sin poder hablar más que con su silencio.
Y ya no quieren hacerse amar
Porque se dan muy poca importancia.
Están desesperados,
Pero con elegancia....
Sienten la pendiente más resbaladiza
Que antaño, cuando su cuerpo aún era ligero.
Y leen en los ojos de las hechiceras
Que cincuenta años es una provincia.
Y queman su juventud moribunda
Aparentando que les hace gracia
Están desesperados,
Pero con elegancia...
Y van atravesando los bares
Donde ya son los más viejos
Salpicando con las propinas
A callados camareros.
Y les susurran barbaridades
A hembras que casi estÁn rancias.
Están desesperados,
Pero con elegancia...
Conocen el peso de su cobardía
Y pueden no perdonarse jamás;
Y saben prescindir un día y otro día
De eso que se entiende por felicidad.
Y aunque ya casi no hay en qué soñar
Se sienten orgullosos
Porque aún bailan sus almas.
Están desesperados,
Pero con elegancia.
Poem by Jacques Brel y adaptación musical de Loquillo
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