Nebraska (2013)

-Does he have Alzheimer's?
-He just believes stuff that people tell him
-That's too bad

- Diálogo entre la recepcionista y David Grant, en "Nebraska", 2013.

Don Quijote en Nebraska 

     Desde épocas de Homero y consagrado al saber popular, se suele recurrir a aquella máxima que reza que lo importante no es la meta, sino el camino. O dicho de otra manera, es el camino la meta, premisa fundamental, además, dentro del género cinematográfico del road-movie. Sin embargo, siempre se envuelve de misterio el motivo cuya fuerza atractiva ansía ver implosionar el espectador; saber, como el sheriff, de dónde procede y hacia dónde va ese anciano desorientado en una sinuosa carretera del estado de Montana. 


    Nebraska (2013) quizá sea, por su estética como por su alambre narrativo, la cinta más atípica dentro de la filmografía de Alexander Payne. Empleando un acostumbrado tono sereno en cuanto al metraje, Payne imbrica, sobre un relato aparentemente banal, una serie de cuestiones que encajan a la perfección, exponiendo así un paisaje acorde a su textura monocromática. Al igual que a Alonso Quijano, al anciano Woody T. Grant (Bruce Dern) lo toman por loco cuando explica que ha ganado un millón de dólares y quiere ir a recogerlo en Lincoln, Nebraska. Y solamente su hijo David (Will Forte), titubeante en un principio, accede a emprender junto a su padre un viaje que, en apariencia, parece una gran farsa, un sinsentido.  


    Con reminiscencias del cine de David Lynch (Una historia verdadera, 1999), Jim Jarmusch o Dagur Kári, Payne exhibe una odisea que sirve como examen retrospectivo, tanto individual como colectivo, de esa America olvidada de los badlands -símil del paisaje cervantino- y donde no solamente se centra en la relación paternofilial, sino en otros aspectos que deshebra según avanza el filme. Con su característico humor negro, el director de Sideways (2004) también reflexiona con ironía sobre las relaciones familiares, amorosas o el cinismo enmascarado en nuestras sociedades, el recuerdo de los glory days de unos Estados Unidos a la deriva. En suma, mostrando un paisaje cuya hostilidad emerge según se acerca el final del trayecto del Caballero de la Triste Figura

    Acompañado de la música de Mark Orton y la espléndida fotografía de Phedon Papamichael, Payne crea un cuento adherido al asfalto, rehuyendo de la sensiblería revalorizada como propia del convencionalismo de nuestros tiempos para mostrar una lección moral siempre vigente y ya adscrita en otros tiempos a la gran literatura universal como a filmes convertidos en verdaderos clásicos. La virtud de este filme está en que se desliza en la pantalla, genera un ambiente donde la triste verdad vence a la felicidad artificial y donde una mueca risueña se dibuja en el espectador.  Quizá nuestro almanaque sea gris, pero siempre habrá alguien que lleve puesta una gorra que rece "Price Winner" por yelmo de mambrino. 



FICHA TÉCNICA 
Título: Nebraska
Año: 2013
País: EE.UU. 
Duración: 115 min.
Dirección: Alexander Payne
Guión: Bob Nelson
Música: Mark Orton
Fotografía: Phedon Papamichael
Reparto: Bruce Dern (Woody Grant), Will Forte (David Grant), June Squibb (Kelly Grant), Bob Odenkirk (Ross Grant), Stacy Keach (Ed Pegram), Mary Louise Wilson (tía Martha), Rance Howard (tío Ray), Tim Discroll (Bart), Kevin Ratray (Cole), Angela McEwan (Peg Nagy)
Productora: Bona Fide 

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