La cantina de medianoche (Shinya Shokudō)

«El local abre desde las doce de la noche hasta las siete de la mañana. Lo conocen como “La cantina de medianoche”. ¿Qué si tengo clientes? Pues sí, entra bastante gente. La carta de la taberna es un plato combinado de tonjiru y una pequeña lista de bebidas alcohólicas. Pero la gente pide lo que quiera, y si se puede hacer, lo preparo con mucho gusto. Esa es la política de la casa.»

- El Jefe, en La cantina de medianoche, de Yaro Abe, 2006.


      Nighthawks en Tokyo

   Los noctámbulos extraídos de un cuadro de Edward Hopper, de un film de Jim Jarmusch o de una novela de Jack Kerouac, quizá de un poema de Charles Bukowski, erran solitarios con sus manos hundidas en los bolsillos, mostrando la espalda, estelas eternas, al mundo. Sombras deambulantes sin destino señalado en los almanaques de sus pasos bajo el halo de luz de neón, el parpadeo eterno de los semáforos, los rutilantes escaparates bajo coloridas iluminaciones de esperanzas banales, cual un canto de Tom Waits. Así se pierden por el céntrico barrio de Shinjuku hasta tropezar con un escondido e inusual izakaya que abre desde las doce de la noche hasta las siete de la mañana. Y aunque en la carta solamente aparezca un plato, su propietario -un misterioso hombre cuyo nombre se desconoce y porta una cicatriz mientras sostiene un cigarrillo- es capaz de prepararte el plato que desees. Siempre y cuando tenga los ingredientes necesarios, claro está. El cliente abandona la gélida noche, desliza la puerta y se adentra en aquella diminuta cantina. Aprecia el calor que lo asalta y envuelve. Nota el calor en sus mejillas y se sienta frente a la barra. Acaba de encontrar un refugio. Es la cantina de medianoche. 

      La cantina de medianoche (Shinya Shokudō) es el seinen de Yaro Abe, un manga atípico pero que ha cobrado tal celebridad que hasta ha saltado a la gran pantalla. Constituído en un formato episódico, cuenta  -por franjas horarias y platos propios y ajenos de un izakaya- pequeñas historias contadas por sus propios clientes o bien que acontecen en la propia cantina. Derrotados boxeadores, prostitutas, travestis, yakuzas, exhaustos empleados, almas errantes de diverso origen, en suma, los marginados y errantes cobran protagonismo en este manga coral e ingenioso. Mediante el dibujo de trazos simples que con el paso del tiempo se van soltando, Yaro Abe cuenta historias insólitas como entrañables sin alterar su ritmo pausado. Son historias que siempre están ligadas a un plato que pide el cliente y, por ende, impresas en la memoria de quien recuerda esa historia, el Jefe, el propietario de la cantina. Historias, a fin de cuentas, tan heterogéneas como la vida misma o los platos que sirve: a veces dulces y tiernas, otras amargas o insípidas, crudas o de larga cocción. Pero nunca ajenas al asfalto de la realidad y comprometido con los acontecimientos de nuestras vidas, sea la pérdida de un ser querido, el terremoto de 2011 o el inicio de una relación amorosa. Sus viñetas, de primer y medio plano, aportan al lector la intimidad y el abrigo candescente propio del lugar, la cercanía hacia los personajes, tanto los momentáneos como permanentes y habituales de la cantina. Porque ahí están la simpática glotona de Mayumi, el siniestro Tat-Chan con sus oscuras gafas propias de un yakuza; el alegre Kosazu, regente del bar gay de Nichoma o el cejudo Shima-chan, las Ochazuke Sisters y demás cofrades de la taberna del Jefe


    Yaro Abe, que incluso ha realizado algún que otro gracioso cameo en su propio manga, ofrece una obra briosa como esperanzadora. Ha concebido un lugar de encuentro donde tienen cabida aquellos que, por algún que otro motivo, se sienten desesperanzados, perdidos. Y donde siempre aboga por el apoyo de la comunidad, la gestación de familias como las que estudia Hirokazu Koreeda en el cine o bien nos recuerda que todo trauma o problema se puede subsanar mediante el diálogo, la escucha, la memoria, la empatía y, antetodo, preservando el placer de las pequeñas cosas que nos brinda la vida, tales como comer nuestros platos favoritos o aquellos que uno aprende leyendo este manga: La cantina de medianoche

   
Título original: Shinya Shokudō (深夜食堂)
Guión: Yaro Abe
Dibujo: Yaro Abe
Editorial japonesa: Shogakukan 
Editorial española: Astiberri Ediciones   
Colección: Sillón Orejero
Formato: Tomo doble A5 (148x210) rústica (tapa blanda) con solapas
Sentido de lectura: Oriental
Números en japonés: 26 (serie abierta)
Números en castellano: 13 (serie abierta)       

Comentarios

nmj.graphiteart ha dicho que…
Me lo apunto como el último del año 😅
Diebelz ha dicho que…
Jaja. Espero que te guste ;)

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