Leiji Matsumoto

«Volveremos a encontrarnos en ese lugar en el que las ruedas del tiempo se cruzan». 

 - Akira Matsumoto

    Hay un tibio viento de licencia que arrastra consigo una tardía noticia: el óbito de Akira Matsumoto, más bien conocido por su nombre artístico Leiji Matsumoto (1938-2023). Y es que el célebre mangaka revolucionó -junto con Osamu Tezuka- la cultura del manga con un brío inapelable. Prolífico, a la par que ingenioso, Matsumoto no se limitó a renovar e impulsar el género de la épica espacial, la Space Opera, sino que engendró todo un leijiverso sin renunciar a la mirada poética, las reivindicaciones políticas o a los caracteres psicológicos de sus personajes. Ahí está el Space Battleship Yamato (1974) luchando contra la desaparición de nuestro planeta Tierra. También el noble como valiente pirata cósmico: el Capitán Harlock (1977), que navega con su Arcadia por la inmensa oscuridad, envuelto en un halo de nostalgia e ideales libertarios. O bien Queen Emeraldas (1978), una solitaria pirata anarquista que vaga por el espacio sideral hasta el fin de sus días, luchando contra las injusticias que acechan en los profundos rincones del universo. 

       Se registra una abundancia insólita de temas tras sus historias y personajes que han quedado consignadas a una educación sentimental. Y poco importa ahondar en ellas. El haz de luz permanece inalterable y Matsumoto, consumido, retorna al lugar del cual procedía y tanto admiraba: las estrellas.