Soleil Ô (1967)

Cours, cours, camarade, le vieux monde est derrière nous.

Cours, cours, camarade, le vieux monde est derrière toi!

- Un empleado, en Soleil Ô, de Med Hondo (1967)

El grito de una desesperación

        El cine africano se encuentra, lamentablemente, más allá de los márgenes de la ausencia. En la inmensidad de los océanos bibliográficos apenas se le rinde atención o tributo y en las grandes plataformas de streaming como en los catálogos fílmicos ha de practicarse cierta actividad arqueológica para hallar, si se tercia, alguna cinta de algunos referentes cinematográficos de la talla de Ousmane Sembène o Youssef Chahine. Sin embargo, gracias a la labor de las filmotecas o a la acción subversiva de algún que otro cinéfilo insurrecto, es posible hallar una playa bajo los adoquines, una cinta cuya dimensión y proyección no se merece la condenatoria sentencia del olvido, tal y como es es el caso de la opera prima del director mauritano Med Hondo, Soleil Ô (1967). 

         Resulta asombroso, por no decir terrorífico, que un filme como Soleil Ô haya padecido el amargo ostracismo desde su primera proyección, así como el crudo silencio practicado por la desmemoria de las pantallas y páginas de ensayos cinematográficos. Porque aquí se percibe a Godard y Truffaut, Frantz Fanon y Thomas Sankara; se suspira el aire del mayo del '68 y se advierte sobre la arribada del Viejo Mundo que, antes de fallecer, revive, aletea y se aferra con sus garras al presente que fue futuro ante los ojos de la generación de Med Hondo. La vibración y lucidez que supone el visionado de esta cinta hace impracticable etiquetar o delegar el filme a la categoría de mero manifiesto político. Coqueteando con el cine experimental e integrando armoniosamente diferentes formatos en el metraje -guiños aparte-, Hondo no renuncia en moldear el lenguaje de los símbolos, fundirlos en la narración. Le toma el pulso al ritmo, reta al convencionalismo con su apuesta contestataria y no cesa en la búsqueda de un grito exasperante, carente de desentonación. Un grito rebelde que sirva como bálsamo si es apreciado por el espectador que se acurruca en su butaca de cine. 

          En un tiempo donde los cimientos de la sociedad capitalista volvían a evidenciar sus grietas y la calle comenzaba a bullir, Hondo fue de los primeros directores -por no decir el único- que abordó el fenómeno de la migración humana por causas económicas desde una mirada africana; pero también con una mirada panóptica y una voz capaz de reunir todos los factores y contrariedades que conforman el referido fenómeno: el colonialismo, la civilización atroz que blanquea y aniquila culturas, la hipocresía, la imposición de la esclavitud moderna y aquellas dinámicas de poder que perviven hasta el día de hoy y que hacen posibles la aparición del racismo, el desarme de la clase obrera, el odio, el dislate de una vida carente de sentido alguno. El cine, y más el cine cuya luz imbrica y mima el ensayo y la vida, la belleza estética y los sentidos, es peligroso para cierta cultura dominante. Y más aún si alberga en sus entrañas una vitalidad, una vigencia que causa estupor, asombro, pudiéndose haber filmado en fechas más recientes y seguir atesorando esa frescura rebelde y necesaria. O para entender, más allá de la diáspora africana, los recientes acontecimientos en las costas de Lampedusa, el auge de la extrema derecha, la política migratoria o el desarme de la clase trabajadora. Esa es la magia del buen cine: se proyecta desde el pasado y te explica el presente. 

FICHA TÉCNICA 

Título: Soleil Ô 

Año: 1967 

País: Mauritania 

Duración: 103 min. 

Dirección: Med Hondo 

Guion: Med Hondo 

Fotografía: François Catonné, Jean-Claude Rahaga 

Música: George Anderson 

Reparto: Robert Liensol (Inmigrante), Théo Légitimus, Ambroise M'Bia, Gabriel Glissant, Akonio Dolo,Greg Germain Jean-Baptiste Tiémélé, Mabousso Lo, Georges Hilarion, Alfred Panou 

Productora: Coproducción Mauritania-Francia; Grey Films, Shango Films