Only lovers left alive (2013)

 —Cuéntame ahora lo de los entrelazamientos, la espeluznante acción a distancia de Einstein. ¿Está relacionado con la teoría cuántica?

—No. Bueno, no es una teoría. Está demostrado. Cuando separas una partícula entrelazada y alejas ambas partes la una de la otra, incluso hasta en puntos opuestos del universo, si alteras o afectas a una de ellas, la otra se verá idénticamente alterada o afectada. Espeluznante. 

- Eve y Adam, en 'Only lovers left alive', de Jim Jarmusch (2013). 


Amantes insomnes al borde del abismo

    La noche parece albergar esa voluntad imperceptible a la cual aludía Arthur Schopenhauer. La oscuridad envuelve la esencia ajena a las ideas, los fenómenos u objetivaciones, constructos humanos insuficientes para descodificar esa fuerza que estimula al universo. Mientras, nuestro interpretado mundo perpetúa su decadencia: impera la hostilidad, los egos de la posmodernidad, se destruye la naturaleza, se abandonan las vanguardias. Un mundo, en definitiva, que no se corresponde a los códigos morales ni éticos de Adam (Tom Hiddleston) o Eve (Tilda Swinton), seres guarecidos en habitaciones cuyas paredes descascarilladas y rugosas son la piel del mundo del cual se aíslan; y porque son vampiros. 


    El celebérrimo director de cine Jim Jarmusch practicaba -una vez más- un acercamiento poético con su filme Only lovers left alive hacia una visión de nuestro mundo en descomposición con esta historia romántica y atmósfera gótica. Tergiversando el género fílmico, -algo muy común en su filmografía, tal y como se aprecia en Death Man (1995) o Ghost Dog (1999), entre otras- presenta la historia de Eve y Adam, dos vampiros que languidecen sus existencias en lugares tan dispares como Detroit o Tánger pero que se prometen un amor puro y mutuo, pese a las distancias geográficas y (a)temporales. Adam es un músico y apasionante de la ciencia aunque con tendencia a la depresión. Eve es la contrariedad cromática, amante de la literatura, sobria, despierta, sociable con otros vampiros como Christopher Marlowe (John Hurt), verdadero autor de las obras de William Shakespeare. Sin embargo, ambos son conscientes del derrumbe del mundo y que afecta a sus existencias. Cada vez es más difícil adquirir sangre pura (dado que los humanos se alimentan mal, inoculan sustancias tóxicas, enferman) y las generaciones futuras como vampirescas, representada en la figura de Ava (Mia Wasikowska), no abrigan esperanza. Por primera vez levita la amenaza de la muerte sobre estos seres frágiles, inteligentes e hipersensibles.  


    Junto con las reminiscencias propias de su cine (dimensión itinerante, austeridad en los diálogos y su arquitectura narrativa, tensión al low level, humor sutil, etc.), el maestro del cine indie norteamericano e impulsor de la New Wave exhibe una alegoría poética del transcurso y la existencia subversiva de quienes no entienden o no quieren entender la luz artificial de nuestros días. Sus criaturas jarmushianas sienten mayor afinidad y empatía por los códigos éticos y morales expuestos en la obra de Miguel de Cervantes, Yamamoto Tsunetomo o la poesía de Ramón de Campoamor o Ludovico Ariosto que los proyectados por Youtube. Hasta el amor que se profesan no se corresponde al sexo penetrativo y lujurioso de los humanos, de ahí que cobren importancia sus manos, siempre cuidadas y protegidas bajo guantes que solamente desnudan si están con el ser querido. Un amor, en definitiva, más pulcro y cercano a la verdad. Sin embargo, estos vampiros no son seres extraños. Quizá ya estaban presentes desde Adán y Eva; quizá son quienes compusieron las obras de Johann Sebastian Bach, Art Blakey o Tom Waits. Quizá los que permitieron que existieran los filmes de Buster Keaton o Nicholas Ray, quienes susurraban al oído a Julio Verne o a Samuel Beckett. Quizá, gracias a ellos, exista la obra de Sandro Botticelli, Basquiat o Francis Kéré. Guardianes de la belleza y el bien, los vampiros saben, como Schopenhauer, que la verdad (la voluntad) solamente se adquiere mediante el acercamiento al hecho artístico, al goce estético. Mientras, vagan por la noche. Tal vez sea preciso preservar los libros en una nevera, junto con los escasos suministros de sangre que nos dan de vivir. Y sobrevivir. 




FICHA TÉCNICA
Título: Only lovers left alive
Año: 2013
País: Reino Unido - Alemania - Grecia - Francia 
Duración: 123 min.
Dirección: Jim Jarmusch 
Guión: Jim Jarmusch
Música: Jim Jarmusch, Jozef van Wissem
Fotografía: Yorick Le Saux
Reparto: Tilda Swinton (Eve), Tom Hiddleston (Adam), Mia Wasikowska (Ava), John Hurt (Christopher Marlowe), Anton Yelchin (Ian), Jeffrey Wright (Dr. Watson), Slimane Dazi (Bilal), Carter Logan (Scott)
Productora: Recorded Picture Company (RPC), Pandora Film, Faliro House, HanWay Films, Le Pacte, Snow Wolf Produktion, Lago Film, Neue Road Movies, Deutscher Filmförderfonds, Filförderung Hamburg Schleswig-Holstein, ARD Degeto Film

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